
Hábitos de Felicidad
Mensajes
Para Despertar
Blog

Hábitos de Felicidad
Hola corazón,
¿Cuál es la fuente de tu felicidad? Si eres como la mayoría de las personas, seguro que esta pregunta evoca imágenes que traen una sonrisa a tus labios y alegría a tu corazón: la gente que quieres; lugares que son especiales para ti; experiencias que han sido memorables en tu vida. Si bien es cierto que la felicidad está asociada a personas y experiencias, la realidad es que el espacio desde donde surge la felicidad tiene poco que ver con los demás y con lo que hacemos. La fuente de la felicidad se encuentra no sólo en nosotros mismos, sino en nuestros hábitos. Específicamente, en aquellos hábitos que nos llevan a sentirnos completamente felices.
¿Qué es un hábito?
“Un hábito es eso que haces repetidamente (aquello en lo que te la pasas pensando cada día) y que termina por dar forma a la persona que eres”, dice James Clear, autor del bestseller Hábitos Atómicos. Tu vida es la suma de tus hábitos. Esta mirada sugiere que no somos felices gracias a lo que hacemos. En cambio, somos felices gracias a formas repetidas de sentir, pensar y actuar que nos llevan a abrirnos completamente al sinnúmero de sensaciones que acompañan la felicidad. Es como si aquellos hábitos que generan felicidad en nosotros actuasen como semillas que tienden a germinar hasta con los más sencillos y cotidianos estímulos. Por eso, puede bastar con despertar en la mañana o con disfrutar del aroma del café para comenzar a experimentar esta sensación de plenitud desde antes de levantarte.
Todo comienza con nuestros hábitos emocionales
Nuestras emociones son la base de nuestro existir. Pues, las formas en las que nos acostumbramos a abrirnos o bloquear lo que sentimos terminan por moldear cómo pensamos y actuamos. Todo esto sucede desde nuestra mente inconsciente, la cual rige más de un 80% de nuestro comportamiento. Curiosamente, nuestro inconsciente no distingue entre bueno o malo, sino que más bien obedece a aquellos hábitos emocionales que desarrollamos desde el vientre y luego en el seno familiar.

Las emociones son como un músculo que está a nuestro servicio desde que somos concebidos. Cuando nos acostumbramos a usarlas, reprimiendo y bloqueando las emociones que entendemos pueden ser negativas, terminamos atrofiándolo. No sólo en lo que respecta a estas emociones, sino también en nuestra capacidad de sentirnos bien y de conectar con los demás. Es como si aprendiendo a negar y a ocultar emociones como el miedo y la tristeza, termináramos por reprimir y bloquear aquellas emociones que nos llenan de vida.
La felicidad es una emoción básica, necesaria y natural, así como lo son la tristeza, la ira, el miedo y la tranquilidad. Necesitamos experimentar estas y otras emociones libremente. Esto es lo natural, lo sano. Afortunadamente, cuando somos adultos podemos soltar viejos hábitos heredados y cultivados en etapas de inconsciencia y adoptar nuevos hábitos que promuevan que nos sintamos felices en nuestro día a día. Pero, para ello, primero tenemos que reconocer aquellos hábitos que inconscientemente limitan nuestra capacidad de sentirnos felices.
Hábitos que van en contra de la Felicidad
Apegarnos a aquellas emociones que consideramos positivas y rechazar las que consideramos negativas es un hábito que trasciende nuestro espacio emocional. Este hábito de apego-rechazo trae consigo un tipo de visión conocida como proyección. Una proyección es una ilusión. Proyectamos para tener una mirada futura de cómo deseamos que las cosas sucedan o de cómo entendemos que tienen que ser. En lo que respecta a sentirnos felices, la mayoría de nosotros nos apegamos a aquello que proyectamos que nos hará feliz y rechazamos todo lo que no esté incluido en esa mirada. Hacemos esto con nuestros deseos, pero también con las expectativas que creamos sobre nosotros mismos, los demás y con nuestras experiencias en general. Esto nos ayuda a entender cómo, sin darnos cuenta, terminamos por condicionar nuestra capacidad de sentirnos felices a aquello que hemos proyectado.
Mi experiencia más reciente con el hábito de proyectar fue hace sólo un par de días. Fui a la playa el lunes con la intención de disfrutar de un día soleado, de una cerveza fría y de un bello atardecer. Sin embargo, el sol nunca salió y la cerveza de mi preferencia no estaba disponible. En otro momento, mi experiencia en la playa se hubiese visto empañada por no asemejarse a mi proyección. Mas, el saber que una proyección es un tipo de espejismo que usualmente confundimos con la realidad, me ha permitido cultivar el hábito de dejar que mis proyecciones se disuelvan y se re-construyan constantemente. Por lo que, en esta ocasión, el sólo hecho de estar frente al mar, de poder darme un chapuzón y de sentir el toque de la arena en mis pies hizo que me sintiera completamente feliz.
El primer paso para cultivar hábitos que nos lleven a sentirnos completamente felices es hacernos conscientes de cómo nos hemos acostumbrado a limitar nuestras emociones. Una vez identificamos estos hábitos limitantes, podemos reconocer su impulso cuando surge, pausar y hacernos conscientes de que tenemos la oportunidad de hacerlo diferente. A veces, esto es tan sencillo como “hacer lo opuesto” a lo que estamos acostumbrados a hacer
14 hábitos para sentirme completamente feliz
El cerebro humano está programado para crear hábitos que nos traigan recompensas. En lo que respecta a la felicidad, es importante cambiar nuestra aspiración de estar felices, por la intención de sentirnos cada vez mejor. En otras palabras, nuestros intentos en el arte de ser feliz se frustan por tener una visión errada de lo que necesitamos en realidad. Pues, el camino a la felicidad nos hace transitar por todas las emociones, sintiendo algún tipo de alivio cuando pasamos de una a la otra. Entonces, los hábitos que te comparto tienen la intención de ayudarnos a cultivar felicidad en el día a día gracias a que vamos “de alivio en alivio”.
- Cada vez que despierto recuerdo que estoy recibiendo el regalo de un nuevo día. Siento gratitud y doy las gracias por estar vivo.
- Cada vez que veo o escucho a un ser querido recuerdo que trae regalos únicos a mi vida y hago algo para expresar mi gratitud por su presencia.
- Cada vez que me siento disgustado con un ser querido recuerdo que parte de su regalo para mí es enseñarme algo que aún desconozco. Pido poder mirar qué es y doy gracias anticipadas por el regalo.
- Cada vez que siento el agua correr por mi cuerpo doy gracias por tener un cuerpo completo y por la oportunidad de renovarlo.
- Cada vez que tomo agua recuerdo que tener sed es parte de la experiencia de estar vivo y agradezco por la oportunidad de saciarla.
- Cada vez que tengo que hacer fila o esperar recuerdo que es importante “no hacer nada” y me dispongo a estar tranquilo, al menos por un par de minutos.
- Cada vez que siento que las personas son muy lentas o rápidas recuerdo que cada quien tiene su propio ritmo e identifico al menos dos formas en las que puedo adaptarme al ritmo que se necesita de mí ahora.
- Cada vez que siento que un proceso es muy rápido o lento recuerdo que todo tiene su hora. Como el momento en el que una mujer da a luz o que un fruto está listo para caer. Entonces, hago algo en señal de que acepto el proceso tal y como es.
- Cada vez que me levanto y antes de arrancar el día, me hago dos preguntas importantes: ¿cómo me siento? ¿qué necesito?
- Cada vez que esté sintiendo sensaciones incómodas tomo unos minutos para dejar que crezcan en mí. Doy gracias por estas sensaciones y recuerdo que “esto también pasará”.
- Cada vez que esté sintiendo sensaciones placenteras tomo unos minutos para dejar que crezcan en mí. Doy gracias por estas sensaciones y recuerdo que “esto también pasará”.
- Cada vez que me preocupe por lo que va a pasar mañana identificaré una cosa que pueda hacer para ocuparme de mí ahora.
- Cada vez que esté pasando por una situación difícil recordaré que es una oportunidad para crecer y fortalecer mi espíritu, pediré luz y estaré atento/a a las respuestas.
- Cada vez que me siento triste o enojado porque las cosas o las personas no han resultado como las imaginé, reconozco que estoy apegándome a una proyección. Dejo que esta se disuelva y practico decir sí a lo que estoy viviendo
De mi corazón al tuyo,
Leonelda Castillo
Preguntas para despertar:
- ¿Cuáles son esos hábitos emocionales que puedes reconocer? ¿Qué haces cuando estás feliz, triste, cuando sientes miedo o rabia?
- Califica tu capacidad de sentir cada una de las emociones mencionadas arriba entre 1 y 10, siendo 10 el máximo y 1 el mínimo.
- ¿Cuáles hábitos para ser feliz quieres incorporar en tu día a día? Señálalos y léelos varias veces al día.
Si sientes que esta publicación es de valor, compártela con tu gente querida. También puedes comentar y escribirme tus preguntas en el espacio para los comentarios. Amo poder conectar contigo y responder tus inquietudes por escrito y en Instagram.
Para conocer más de este tema, puedes leer las tres publicaciones anteriores, las cuales están relacionadas con las emociones. También puedes disfrutar del episodio #26 de Corazonando podcast, “La Magia de Sentirme Feliz”, con historias que traen aún más luz sobre cómo vivir la felicidad.
#emociones #amor #psicologia #bienestar #saludmental #salud #autoestima #inteligenciaemocional #vida #sentimientos
#coaching #motivacion #felicidad #pensamientos #desarrollopersonal #ansiedad #reflexiones #psicoterapia
#conversandodesdelcorazon #weekly #viviendodesdeelcorazón #viviendoengratitud #motivación #crecimiento #serhumano